Ruta 3
Nuestro tercer itinerario os conducirá a través de una Venecia de fábula, imponente, y majestuosa.
A pocos pasos de nuestro Hotel Carlton on the Grand Canal están custodiados auténticos tesoros del arte italiano.
Tomad la Calle del Traghetto y proseguid recto hasta llegar a la Scuola Grande San Giovanni Evangelista, cuya institución se remonta al 1261 y que todavía hoy conserva en su Oratorio, la Reliquia della Croce, dos fragmentos de la cruz en la que murió Jesús. Aquí trabajaron los artistas más grandes del pasado: Jacopo Bellini, Palma il Giovane, Tiziano, Vittore Carpaccio, Mauro Codussi, quien proyectó y construyó el Scalone Monumentale, Giovanni Maria Morlaiter, autor de la gran estatua de San Giovanni Evangelista (1732-1733) situada en el altar de la sala capitular y Massari, quién diseñó el magnífico piso del salón con mármoles polícromos, el cual es una obra de arte absoluta llevada a cabo en 1752.
Salid de la Scuola y dirigíos hacia la Basilica dei Frari, obra de arte gótico veneciano, donde se conservan muchas obras pictóricas entre las que sobresalen tres perlas preciosas: La Assunta de Tiziano, la Madonna di Ca’ Pesaro, del mismo pintor, y el Tríptico de Giovanni Bellini, todas ellas colocadas en el altar. Numerosas son también las esculturas presentes en la basílica de Pietro y Tullio Lombardo, Baldassarre Longhena, Jacopo Tatti, dicho Sansovino, y muchos otros artístas del pasado.
Una vez fuera de la Basilica dei Frari dirigíos hacia la cercana Scuola Grande di San Rocco, para ultimar así vuestro recorrido monumental. La fachada barroca revestida de mármoles polí cromos os introducirá en el descubrimiento de numerosísimas obras de Tintoretto.
Y, tras una visita tan importante, os conducimos a un lugar de tiernos recuerdos para enteras generaciones de venecianos y no venecianos. Justo detrás de San Rocco, en el Campo Castelforte y en la segunda planta de la casa después del rio, vivía Donato Guido Zangrossi que durante años ha tallado, levigado y pintado los sueños de muchos niños. En efecto, desde los años sesenta hasta principios de los noventa, este abuelo bueno, misterioso y hábil artesano, realizó en madera decenas y decenas de molinetes con forma de soles, estrellas, flores y lunas hipnóticas. Quien pasando por allí levantaba la vista, podía ver las vertiginosas aspas que vestían y coloreaban la fachada. Era incluso costumbre, que los estudiantes que se disponían a hacer un examen, a menudo controlaban la dirección hacia la que giraban estas aspas para saber si el resultado sería positivo o no. Por desgracia, los mágicos molinetes han desaparecido poco después de la desaparición de Zangrossi en 1992. Hoy nos queda que ese lejano recuerdo de una Casa delle Girandole tan bella y extraña que parecía la ambientación de un cuento de hadas.
Con un agradable paseo por la zona sestiere di Santa Croce, llegaréis al Campo San Giacomo dall’Orio, plaza que nace alredeor de la antigua Chiesa di San Giacomo dall’Orio, una de las más sugestivas de Venecia che se reedificó en el 1225 y que fue remodelada en el periodo gótico, entre los siglos XV y XVI. Contiene obras pictóricas de Lorenzo Lotto (Pala di San Giacomo dell’Orio), Paolo Veronese, Jacopo Palma il Giovane y otros. También posee un Cristo sin cruz muy emocionante. El Campo San Giacomo es una plaza muy amada y muy concurrida por los venecianos y es, por excelencia, la plaza de los niños, quienes acuden todas las tardes, en cualquier época, para jugar juntos. Aquí a menudo se hacen fiestas populares y veladas de varios tipos de música como tango
Podréis volver al Hotel dando un agradable paseo de unos 10 minutos.